Incluye cinco obras: "Luna de miel en Hiroshima", "Examen de carnaval", "Un toque de inspiración", "Freno de mano" y la que da título al libro. El jurado que otorgó el Premio Casa de las Américas a Postal de vuelo en el 2005 destacó en el teatro de Winer sus "imágenes de la devastación, del despojamiento, de la asfixia, una poesía de oscuridades en un mundo de oscuridades en el cual las palabras y las situaciones nos iluminan con preguntas". "Crisis y cambios políticos siempre me produjeron el mismo efecto devastador en un país mezcla de tren fantasma y 'samba', esa ¿diversión? de parque de atracciones, taza que se inclina, se mueve, te hace sujetarte con esfuerzo a sus barandas porque si no rodás. En ese mix de sensaciones, en esa cocción de vértigo y espanto, intento darle forma a mis textos", dice el autor en la entrevista incluida en el estudio crítico de Pablo Mascareño.