Como toda princesa, Sofi debe asistir todos los días a la Escuela Nacional de las Princesas, en la que la señorita Pirouette intenta enseñarle a bailar el minué. Sin embargo, a Sofi le interesa mucho más lo que sucede al otro lado de la calle, donde las exprincesas ensayan con su banda de rock. Para poder formar parte de esa banda, deberá superar varias pruebas. Así, junto a sus amigas, la princesita llega a la conclusión de que se puede ser de la realeza y a su vez arqueóloga, princesa y también rockera, pero lo que no se puede es ser rosadamente, aburridamente, solamente una princesa.