Este bebé no se consuela con un osito de peluche o un juguete. Este bebé solo quiere una cosa: ¡leche! Cuando el bebé tiene hambre, ni su osito de peluche, su pelota, ni siquiera su brillante pandereta lo calmarán. Este tributo al bebé que amamanta, y más aún, a la madre que amamanta, se interpretará como convencional para los bebés y niños pequeños, pero como un tabú para los padres.