Villanueva de las Águilas va atravesando los años grises de la (*CR*)posguerra entre las novenas de las beatas y la represión de los (*CR*)vencedores. En este pueblo sevillano Currito Domínguez vive con sus (*CR*)hermanas de las rentas familiares y de una tienda de ultramarinos (*CR*)beneficiaria del estraperlo. Su rutina vital se ve interrumpida (*CR*)cuando llega a sus oídos que Rosa, la Culona, quien le enseñó las (*CR*)primeras letras, ejerce de prostituta. Curro no puede aceptarlo y (*CR*)decide redimirla, para lo que contará con el coadjutor de la (*CR*)parroquia, las autoridades locales y un número de la Guardia Civil a (*CR*)quien se encomienda investigar qué pasa en el prostíbulo.(*CR*)El agente elabora un informe detallado de las «actividades» y (*CR*)clientes que frecuentan la mancebía, que va pasando de mano en mano (*CR*)hasta llegar al gobernador civil. Las intenciones de Currito se verán (*CR*)trastocadas cuando dicho informe se mezcla con los expedientes (*CR*)destinados a su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Si el corazón pensara no es una novela más de las que apuestan por la (*CR*)recuperación de la memoria histórica. Gracias a una prosa (*CR*)inusualmente rica, se adentra en los territorios de la sátira, la (*CR*)farsa y la tragicomedia, con la que va poniendo de relieve, a más de (*CR*)la crueldad,(*CR*)la espantosa vulgaridad del franquismo. El dominio de la tensión (*CR*)narrativa por parte de A. R. Almodóvar, capaz de convertir una (*CR*)peripecia insólita en una trama de alta tensión político-social (el (*CR*)caso llegará al temible cardenal Segura y al mismísimo Caudillo), (*CR*)hará que el lector experimente las emociones más extremas, entre la (*CR*)risa y el escalofrío, lo grotesco y lo sublime. Una fuerte dosis de (*CR*)erotismo libertario será el ingrediente secreto que acabará de armar (*CR*)este retablo de la injusticia, la rebeldía y la muerte, en aquella (*CR*)brutal reedición de la España de charanga y pandereta.(*CR*)