En su ensayo de referencia titulado Por qué leer a los clásicos, Italo Calvino dejó escrito que «los clásicos son libros que cuanto más se cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, insólitos resultan al leerlos de verdad».(*CR*)Dentro de los clásicos se hallan, claro está, los primeros de nuestra tradición cultural, los procedentes de las antiguas Grecia y Roma.(*CR*)¡Clásicos! es una serie de diseño y manufactura exquisitos, con la que Alianza Editorial quiere poner al alcance del lector del siglo XXI textos de los que sin duda habrá oído hablar pero que quizás, tradicionalmente lastrados por una pesada carga de erudición filológica, nunca se había atrevido a abordar. (*CR*)Las ediciones, que ofrecen textos íntegros en traducciones solventes y que reducen las notas al mínimo imprescindible, están presentadas por personajes alejados del ámbito académico actores, escritores, pensadores, políticos, científicos... que aportan con su visión un toque de frescura, perspectivas originales para el lector de hoy.(*CR*)SOBRE EL OCIO/SOBRE LA TRANQUILIDAD DEL ALMA/SOBRE LA BREVEDAD DE LA VIDA(*CR*)A medida que pasa el tiempo, las reflexiones de los antiguos sabios se hacen nuestras, y las repetimos no ya como destellantes revelaciones, sino como una trillada confirmación de verdades, ay, demasiado evidentes: la vida es breve, la felicidad pasajera, la carne triste, los sueños de juventud frustrados, la miseria del mundo constante. La vejez nos convierte a todos en pequeños filósofos de una apabulladora banalidad. Y sin embargo, releyendo a los clásicos, a Séneca, por ejemplo, nos damos cuenta de que nuestra vida se alimenta no sólo de hechos sino de palabras, que el hecho de haber vivido no es necesariamente un iluminador aprendizaje, y que la experiencia en el mundo no basta