Ella me demostró que yo no había ganado nada, simplemente porque en este mundo nuestro no había nada que ganar... y lo que de verdad valía la pena era verse de vez en cuando para que el sonido enloquecido de nuestras mentes fuera rebotando de la una a la otra sin parar. Lila, la niña que conocimos en La amiga estupenda -primer tomo de esta espléndida tetralogía-, es ahora una mujer hermosa y alocada. Recién cumplidos los dieciséis años, acaba de casarse con un hombre al que desprecia. Lenù, una alumna brillante, empeñada en aprender de los libros todo aquello que Lila aprende de la vida a secas, escucha, la sigue y sin querer la imita. Así, en este rebote de sensaciones, se desarrolla una amistad muy peculiar, una relación en la que la complicidad es ley. Basta una mirada de Lila para que Lenù entienda qué pasa realmente en el dormitorio de su amiga. Basta una sonrisa para descubrir qué se esconde tras esos vestidos caros que se acoplan al cuerpo de Lila como un guante y provocan a los hombres del barrio. Basta un gesto para que Lenù sepa que Lila va a cometer una locura y nadie será capaz de detenerla. Nápoles, la ciudad que las ha visto crecer, es el escenario de esta comedia que tiene la fuerza de un drama y que se quedará entre nosotros como una de las obras maestras de la literatura del siglo XXI.