Kelly, la protagonista, tiene un accidente durante su niñez y muere. Sin embargo, vuelve a la vida; empieza a ver sombras que la siguen y aparecen en su habitación durante la noche. Hay una de ellas que atrae mucho su atención. Años después, Kelly sufre otro accidente: a punto de caer de un puente es salvada por un hombre misterioso. Cuando ella vuelve a su casa, descubre que no hay rastro de su familia. Todos desaparecieron. La ciudad quedó totalmente vacía. El tiempo se detiene. Nunca amanece. Llega un hombre vestido de negro que se hace llamar Shaw. Es como si no tuviera rostro. Él se convierte en su única compañía. Poco a poco, Kelly se irá enamorando. Shaw le hace saber que ella murió en ese puente, que cayó al río y se ahogó. Kelly empieza a cruzarse con fantasmas y es perseguida por sombras que quieren alimentarse de su luz. Si llegan a atraparla, se volvería como ellos. Él se convierte en su protector y su guía en ese limbo que habitan.