Felisa Roverano se presenta en el corralón de Avellaneda, en donde vive Servando Gómez, y le cuenta los maltratos a los que la somete su marido. Servando, que ha estado ligado a ella por un antiguo sentimiento, se verá tironeado entre su deseo y el deber de protegerla. Desde el principio surge el clima que define las obras de Eichelbaum, el análisis interior de los personajes y de las situaciones, una visión esperanzada de la realidad y confianza en la fuerza de las ideas y los sentimientos nobles, recurrencias de su extensa producción teatral. El estudio complementario hace un recorrido crítico por toda su obra.