Norberto Galasso, autor de una amplia obra dedicada a rescatar lo más valioso del pensamiento nacional y latinoamericano, evoca en este libro la figura del caudillo Felipe Varela, que no tiene calles con su nombre, ni casi monumentos públicos, pero cuya memoria pervive en las coplas y cancioneros populares. Perseguido y denigrado en vida, olvidado y difamado luego de su muerte, Felipe Varela levantó la bandera de la Unión Americana, haciendo suyos los sueños de San Martín y Bolívar. No eran tiempos fáciles los que le tocaron en suerte. Con sus montoneras se enfrentó al Estado nacional oligárquico que el mitrismo porteño estaba Construyendo, a sangre y fuego, en alianza con el capital inglés y a espaldas de los pueblos del interior. Denunció el oprobio de la guerra de la Triple Infamia, librada contra el hermano Paraguay, "guerra ambiciosa de dominio, contraria a los santos principios de la Unión Americana, cuya base fundamental es la Conservación incólume de la soberanía de cada república"'. Considerado un obstáculo para la "civilización", bandido, gaucho malo y sanguinario, enemigo del orden, fue derrotado por fuerzas ampliamente superiores en número y pertrechos, al igual que el "Chacho" Peñaloza y tantos otros caudillos de su época. Su muerte solitaria y en la pobreza, en el exilio chileno, coincide con la
fragmentación de la Patria Grande latinoamericana.
Sin embargo, las voces de los caídos ilustres a lo largo de la historia vuelven a ser oídas, son banderas para la lucha de otros pueblos, de otros hombres y mujeres. América Latina hace hoy honor a sus héroes y retoma sus proyectos emancipatorios: la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) es su expresión elocuente y en ella late, sin duda, la Unión Americana por la que
bregó Varela.
Resulta entonces muy oportuna la reedición ampliada de este libro fundamental para conocer al Quijote de los Andes, como lo calificó José María Rosa, para rescatar su gesta y la de todos los que lucharon por una América Latina libre y unida.