Juan Calfucurá fue un personaje decisivo para la historia argentina de mediados del siglo XIX. No obstante, y pese a haber desarrollado una intensa correspondencia, es bastante poco lo que se conoce de su propia voz. Este libro pretende recuperar ese legado. Juan Calfucurá. Correspondencia propone un recorrido histórico ininterrumpido que abarca desde 1830, fecha que señala la aparición de Calfucurá en las pampas, hasta 1884, año que marca el fin del dominio indígena con la rendición de su hijo Manuel Namuncurá. Es decir que involucra tanto el período de desarrollo de las llamadas guerras de frontera como de las guerras civiles argentinas. Las 127 cartas del cacique que constituyen el corazón del libro están contextualizadas y enlazadas entre sí por la transcripción (completa o fragmentaria) de otros 600 documentos, cada uno con la referencia del fondo documental de donde fue obtenido. Todo esto compone una secuencia que puede leerse como crónica histórica sin solución de continuidad.
Resultado de la larga investigación del filólogo Omar Lobos, las cartas que aquí se recogen -algunas muy importantes desde el punto de vista histórico y político, otras interesantes por el reflejo de la vida en las pampas de aquellos tiempos que manifiestan- representan una parte significativa de todo lo que pueda haber salido de la cancillería de Calfucurá, si bien hay muchas alusiones a cartas de las que hasta la fecha no se ha podido encontrar registro. El inmenso esfuerzo diplomático que este epistolario denota, proyectado a su vez sobre el fondo de la vida cotidiana, familiar y social, constituye por la restitución sin mediaciones de un exponente de los pueblos originarios y a su vez protagonista central de la historia argentina.
Pues señor mi padesimiento fue cuando el asunto de la Patria pues le dire asta donde andube peliando pues me fui por tierra asta Santiago de chile i de allá me embarqe con mil i mas hombres armados de Garabina i fusil qe me dio el Presidente Bulnes i bine asaltar a Valdivia i de alli me bine ya por tierra, ya corri asi para el norte buscando a nuestro contrario pues asta qe lo encontre no paré i tube mi pelea en Boroa i despues me fui otra parte asta qe los ise entregarse a todos por esto es qe tengo mi nombre de Callfucura i astagora soi Callfucura por la gran salud qe Dios mea dado, pues, asi padesi por la Patria.