El amor de Santiago y Teresita Yoon, la nena coreana que se integra al colegio, no es un amor como cualquiera. Hay cosas que suenan demasiado extravagantes, tanto que "habría que prohibirlas", y siempre acechan calamidades varias. Pero hay enamorados demasiado enamorados para dejarse vencer, y Santiago es de esos.