Omar Prego Gadea vio por última vez a Cortázar el 20 de enero de 1984. Se habían conocido en 1974, durante una exposición. En 1982, después de la muerte de Carol Dunlop, compañera del escritor, nació la idea de esta obra, a lo cual Cortázar acepto a condición de que fuese "un libro muy loco". Convinieron entonces en escribir un texto "a cuatro manos", sin temas vedados, cuyo desenlace sólo interrumpió el fallecimiento del autor, en 1984. A través de un exhaustivo diálogo, este libro revela el mundo íntimo de Julio Cortázar. Su infancia, su militancia social y política, el jazz y la literatura constituyen aspectos decisivos en la ficción cortazariana y reflejan el inquieto talento de uno de los mejores escritores de lengua castellana. La edición cuenta con fotografías de los archivos personales de Omar Prego Gadea, Aurora Bernárdez y Julio Silva, además de una cronología del escritor y una nota crítica sobre sus obras póstumas.