Aunque el transcurso de los años haya modificado parcialmente algunas de sus conclusiones, las investigaciones de Henri Pirenne (1862-1935) sobre la Edad Media europea continúan siendo punto de referencia indispensable para los historiadores actuales. En Las ciudades de la Edad Media Pirenne demuestra que fue la expansión musulmana que cerró el Mediterráneo al tráfico durante el siglo VIII, y no las invasiones germánicas, lo que dislocó la unidad económica creada por el imperio romano, dando origen al periodo de decadencia mercantil que tan graves consecuencias tendría para la vida urbana. Después de tocar fondo a finales del siglo ix, las rutas comerciales fueron revitalizándose con nuevas corrientes de civilización que se condensaron en los núcleos urbanos supervivientes, marcando este renacimiento el comienzo de una nueva era: frente al clero y la nobleza, la burguesía inicia su ascenso, que culminará en la época contemporánea.