Obra que cimentó la popularidad de Goethe entre el público lector, en especial los jóvenes de su época, y fue rápidamente considerada por la crítica como uno de los testimonios más admirables y convincentes de una nueva manera de producir y pensar la literatura. La nueva sensibilidad que la modernidad traía consigo requería, en su afán por trascender cualquier regla, hacer a un lado las poéticas que fijaban cánones estrictos para la dramaturgia o la poesía. Werther, más allá de las reacciones que suscitara en el momento de su publicación, es una obra compleja que desborda los principios estéticos del romanticismo, no todo en ella es desesperación y lirismo subjetivista. Los comentaristas suelen insistir en la contraposición entre la dimensión clásica homérica, que reina en los primeros capítulos de la novela, y la influencia de las canciones de Ossian, propias de una arrebatada sensibilidad trágica, de la segunda parte. Acaso sea esta combinación de elementos contrastantes lo que le haya asegurado el perdurable interés de la crítica y el público.
La edición introduce la traducción de Osvaldo y Esteban Bayer y una introducción a cargo de Jorge Warley, profesor de Teoría Literaria y Semiología en la Universidad de Buenos Aires, quien a su vez ha incorporado las notas.