Lanzada de nuevo a la popularidad por la versión cinematográfica que de la obra hiciera en 1993 el actor y director Kenneth Branagh, Mucho ruido y pocas nueces, compuesta en 1598, fue ya en su día una de las comedias más celebradas de William Shakespeare (1574-1616). Situada en su mayor parte en un amable marco de jardines, aposentos y fiestas cortesanas, la obra gira principalmente en torno a dos fuertes personajes enfrentados, Benedicto de Padua y Beatriz, adversarios irreconciliables y ambos tan ingeniosos, mordaces y sarcásticos como desdeñosos del amor. A lomos de una trama animada por los equívocos, las traiciones y los imprevistos, los enemigos jurados acaban sin embargo, para su propia sorpresa, en aquel lugar a donde se prometieron nunca ir a parar y, lo que es más, en la compañía para ellos más insospechada.