Discusión, de 1932, reúne una serie de ensayos; algunos abordan cuestiones filosóficas y teológicas, mientras que otros son, como el mismo autor denomina, ejercicios de anacronismo: textos que operan y divagan con el pasado. Hay páginas dedicadas al análisis de películas, notas sobre Flaubert y Whitman, y una revisión de las traducciones homéricas. Del conjunto de ensayos, dos sean quizás los más citados: #La poesía gauchesca#, un recorrido por el género y sus autores, y #El escritor argentino y la tradición#, en el que Borges reniega de muchos de sus libros anteriores, e invita a los escritores argentinos a ensayar todos los temas, a tomar como patrimonio el universo entero.