Con excepción de "Emma Zunz" y de "Historia del guerrero y de la cautiva", los cuentos de este libro aparecido cinco años después de Ficciones pertenecen al género fantástico: "El inmortal" explora el efecto que la inmortalidad causaría en los hombres; "Los teólogos" es un sueño melancólico sobre la identidad personal; "Biografía de Tadeo Isidoro Cruz", una glosa del Martín Fierro; "La otra muerte", una fantasía sobre el tiempo; "Deutsches Requiem", un intento de entender el destino trágico alemán. El cuento "El Aleph" -publicado por primera vez en 1945 y que en 1949 dio nombre al libro- aborda uno de los temas recurrentes en la literatura de Borges: el infinito. Porque en esa esfera resplandeciente confluyen de un modo asombroso todos los tiempos y todos los espacios.