Quede claro para posibles lectores despistados que este no es un manual práctico sobre yoga, ni tampoco un bienintencionado libro de autoayuda. Es la narración en primera persona y sin ningún tipo de tapujo de la profunda depresión con tendencias suicidas que llevó al autor a ser hospitalizado, diagnosticado de trastorno bipolar y tratado durante cuatro meses. Es asimismo un libro sobre una crisis de pareja, sobre la ruptura afectiva y sus consecuencias. Y sobre el terrorismo islamista y el drama de los refugiados. Y sí, en cierto modo también sobre el yoga, que el escritor practica desde hace veinte años.
El lector tiene en sus manos un texto de Emmanuel Carrère sobre Emmanuel Carrère escrito a la manera de Emmanuel Carrère. Es decir, sin reglas, lanzándose al vacío sin red. Hace tiempo que el autor decidió dejar atrás la ficción y el corsé de los géneros. Y en esta obra, deslumbrante y a la vez desgarradora, se entrecruzan la autobiografía, el ensayo y la crónica periodística. Carrère habla sobre sí mismo y da un paso más en su exploración de los límites de lo literario.
El resultado es una descarnada expresión de las flaquezas y los tormentos humanos, una inmersión en los abismos personales a través de la escritura. El libro, que ha generado polémica ya antes de su publicación, no deja a nadie indiferente.
«Si Emmanuel Carrère fuese un cómico (y su último libro, Yoga, tiene considerables dosis de humor, pese a lo triste de la historia), sus lectores más fieles se sabrían ya todos los chistes y los trucos, pero volverían una y otra vez a él, como a un lugar inconfundible, a esa casa en la que los muebles y la decoración resultan familiares, a un viejo amigo... El libro es una invitación a adentrarse en la cocina del escritor. Mientras leemos Yoga Carrère nos cuenta cómo escribe Yoga, o cómo lo intenta» (Marc Bassets, El País).
«Con Yoga, su primer libro en seis años, Carrère firma el gran éxito de la rentrée literaria en Francia» (Jean-Christophe Laurence, La Presse).
«Un descenso a los infiernos, una narración cautivadora, tal vez el mejor libro de Emmanuel Carrère» (Ilana Moryoussef, France Inter).
«Una sinceridad desarmante... Imposible parar de leer hasta llegar al final de estas quinientas páginas» (Benjamin Locoge, Paris-Match).
«Una lección de tinieblas de Emmanuel Carrère... Magistral» (Nathalie Crom, Télérama).
«Crónica sinuosa de un combate interior contra la depresión, jalonada de episodios íntimos y trágicos... Emmanuel Carrère es nuestro nuevo Montaigne» (Jean-Claude Raspiengeas, La Croix).
«Un testimonio devastador, pero cosido con humor... Un libro luminoso» (Gilles Chenaille, Marie Claire)